Si quieres que el agua de tu piscina esté limpia, clara y segura, controlar el pH es uno de los primeros pasos que debes dominar. No se trata solo de mantener el agua bonita: un pH desajustado puede hacer que el cloro no funcione, provocar irritaciones y estropear los equipos.

Ajustar el pH del agua de la piscina es sencillo si sabes cómo. En esta guía te explicamos todo lo que necesitas para hacerlo bien y sin complicaciones.

¿Qué es el pH del agua y por qué importa tanto en una piscina?

El pH mide si el agua es ácida o alcalina, y se expresa en una escala de 0 a 14.
En el caso de las piscinas, el valor ideal está entre 7,2 y 7,6. Es el punto de equilibrio en el que los productos químicos funcionan como deben y el agua es agradable para los bañistas.

Cuando el pH se sale de ese rango, empiezan los problemas:

  • El cloro pierde eficacia y no desinfecta bien.
  • El agua puede volverse turbia o irritante para ojos y piel.
  • Aparecen incrustaciones, corrosión y fallos en el sistema de filtración.

Por eso, mantener el pH bajo control no es opcional: es la base para que todo lo demás funcione.

¿Cómo medir el pH del agua de tu piscina?

Para saber si necesitas ajustar el pH, primero debes medirlo.
Estas son las opciones más comunes:

  • Tiras reactivas: fáciles y rápidas.
  • Kits líquidos de análisis: algo más precisos.
  • Medidores digitales: recomendados si haces controles frecuentes.

👉 Recomendación Suquiba: mide el pH al menos una vez por semana, y siempre que notes cambios en el agua, como turbidez, mal olor o irritaciones tras el baño.

¿Qué pasa si nunca ajusto el pH?

Es fácil: todo empezará a fallar. El cloro dejará de hacer efecto, el agua se volverá incómoda y los equipos se resentirán. Es como conducir con las ruedas desinfladas: no vas a ir lejos.

Ajustar el pH es rápido, económico y evita problemas mayores. Con una rutina sencilla y los productos adecuados, lo tendrás siempre bajo control.

El pH es la clave silenciosa de una piscina bien cuidada. No se ve, pero se nota en todo: en la calidad del agua, en el confort al bañarse, en el rendimiento del cloro y en la vida útil de tus equipos.

Ajustarlo no es complicado. Solo necesitas saber qué hacer, y contar con los productos adecuados. En eso, puedes confiar en Suquiba.